Fabricación
La base fundamental de nuestros quesos, leche pura de oveja de la más alta calidad, es trasladada en camiones refrigerados hasta nuestra sala de recepción, donde se conservará a una temperatura de 4º, a fin de mantener sus propiedades organolépticas hasta pasar al obrador. La realización de controles diarios de la materia prima aseguran el mantenimiento constante de la calidad de los productos resultantes. Ya en el obrador, en la cuba de cuajado, se realiza la primera fase del proceso, donde se calienta la leche de modo tradicional, al baño maría, y evitando los cambios bruscos de temperatura alteren sus propiedades organolépticas. Manteniendo así todo su sabor. Es aquí donde se diferencia la producción entre leche pasteurizada, la cual se calienta hasta los 72ºC, o bien leche cruda, que se calienta únicamente hasta los 32ºC, temperatura necesaria para cuajar la leche una vez añadidos los fermentos. A continuación se procede a cortar la cuajada hasta conseguir un diámetro adecuado, separando los granos de cuajo del suero Mediante el moldeado al paño de forma tradicional, conseguiremos dar la forma a nuestro producto final. Después, tras el prensado, unas horas en salmuera, le darán el sabor característico. Tras el oreo de las piezas, la temperatura y el tiempo, harán el resto. Únicamente el volteo de las piezas cada tres o cuatro días, a fin de conseguir un curado homogéneo, interrumpirá su maduración, cuya duración, definirá los diferentes tipos de queso. |